Irradiar buena onda es parte de lo que deberíamos hacer a diario. Yo se, y tengo mas que claro, que la mayoría de la gente suelta odio por los poros mas de lo que suelta palabras. Yo se que cada uno de nosotros odia cosas, nadie tiene una vida perfecta. Pero a veces odiamos cosas tan imbeciles y tan básicas como gestos que nos deberían importan nada.
El sol, si el puto sol que quema nuestras pieles todos los días, irradia energía, el sol nos pone más positivos en esta época, el sol nos da energía para fiestear en verano. El sol entrega muchas cosas que realmente nosotros a veces, la mayoría de las veces, no sabemos digerir.
La luna, y las estrellas que la acompañan, también hacen lo suyo… contagian la noche de energías que nos permiten prender nuestras ideologías y energías. Pura energía.
Eso somos, eso seremos y hacia allá deberíamos ir. Contagiarnos de energía. A veces eso se logra con un simple gesto, porque andar en mala onda con el mundo, por que no dejar que las cosas fluyan. No atacar con una mirada a alguien en la calle, no atacar con prepotencia por el inocente error de un niño o de alguien más. Dejar de creer que los demás están a nuestro servicio y ponernos en el servicio de los demás. Quienes somos realmente deberían darnos estas respuestas. Deberían entregarnos la energía para lograr la sanidad mental y espiritual que cada uno tiene.
Mira a tu alrededor, mira la gente, mira las cosas, respira tu aire, siente tu suelo. Escucha como te habla tu medio, escucha como late lo que te rodea. No solo tu tienes vida, en todo existe vida… en todo existe energía.
Es curioso, cada uno polariza energía de una manera u otra. Los polos son los mismos de siempre negativos o positivos. Dentro de cada uno, dentro de cada acción, dentro de cada dilema es como expresas esa energía. Es como buscas transformarla. Es lo que eres y lo que emanas de tu persona lo que la transforma…
Por mi parte, quiero que el medio me lleve. Quiero que la energía que existe me haga renacer, la energía que emana mi cuerpo se comulgue con el medio. Que todos nos contagiemos por ese virus que a veces llamamos “buena onda” y dejemos que algunas sonrisas cambien nuestro mundo, nuestro dia, nuestros minutos, nuestros segundos, nuestros momentos.
¿Acaso no disfrutamos mas un momento donde todo es casi de color de rosa?
A mi no me gusta el color de rosa, pero me encanta la armonía, la gracia y algunas cositas mas que me llenan de feromonas. Tanto que no lo puedo evitar.
Así que solo les queda hacer una cosa washos. Abran sus mentes, abran sus pensamientos, rompan el hielo que crea todo lo que los lleva. Y vuelvan a ser humanos. Y por sobretodas las cosas. Sientan. Sientan hasta que su cuerpo se una al aire.
J.
